domingo, 1 de mayo de 2011

Entrada 10: Incorporar la información seleccionada a su propia base de conocimiento

«Los nuevos tratamientos del ictus reducen la mortalidad un 20%»

«La mayoría de los ictus llegan por la oclusión de las arterias que llevan la sangre al cerebro»
El aumento de la esperanza de vida y el escaso control que realiza la población de los factores de riesgo hacen que el ictus sea hoy un problema sanitario de primer orden que afecta a una de cada seis personas. Sin embargo, y aunque su incidencia es similar a la registrada hace diez años, los grandes avances médicos y la aplicación de tratamientos multidisciplinares en la Unidad de Ictus del hospital Valdecilla, creada en 2005, han tenido como consecuencia un descenso del 20% en la mortalidad por infarto cerebral.
Así lo explica el especialista en Neurología y profesor de la Universidad de Cantabria, Mariano Rebollo, responsable de esta unidad, para quien el principal reto consiste en que la población se conciencie sobre la necesidad de controlar factores de riesgo como la hipertensión, lo que unido al colesterol, la obesidad y/o el sedentarismo forman un cóctel explosivo para el organismo.
-¿Qué incidencia tiene esta enfermedad entre la población?
-Cantabria registra cada año alrededor de 1.100 nuevos casos de ictus. La edad es la que marca el mayor o menor riesgo de sufrir un infarto cerebral y, por lo tanto, el envejecimiento de la población es clave en el incremento del problema. Sin embargo, en el segmento de edad de adultos jóvenes -entre 30 y 60 años- la incidencia se mantiene estable, de forma que el 9,3% de todos los infartos cerebrales sucede en menores de 55 años.
-El hospital Valdecilla es uno de los centros pioneros en crear una Unidad de Ictus. ¿Cuál es el abordaje que recibe el paciente en ella?
-Sin duda un tratamiento multidisciplinar de primer orden. No en vano, hemos conseguido reducir la mortalidad en un 20%. Cuando se llega a la unidad los primeros tratamientos tienen por finalidad disolver el coágulo aportando riego a la zona. De esta forma, si hay un área salvable, se consigue una importante mejora del enfermo y quedan menos secuelas. Para este tipo de pacientes, los que son potencialmente recuperables, se creó el llamado 'código ictus', que pone en marcha un dispositivo de trabajo conjunto y multidisciplinar para aplicar los mejores tratamientos que existen desde los primeros momentos ya que de ello dependerá el avance futuro del enfermo.
-¿Cuál ha sido la evolución de la unidad?
-Se creó en noviembre de 2005 aunque comenzó a funcionar a pleno rendimiento en 2008. En los últimos cuatro años se ha producido un incremento en el número de ingresos en la unidad, pasando de 561 en 2007 a 614 pacientes el pasado año. La mayoría de los ictus se originan por la obstrucción de una de las arterias que llevan la sangre al cerebro lo que produce la falta de riego en una zona concreta del mismo, mientras que un 20% tienen su causa en la hemorragia provocada por la ruptura de una arteria.
-Cuando se produce un infarto cerebral, ¿qué es lo más importante?
-Cuando se produce un infarto cerebral la zona afectada queda destruida para siempre y también que, tras producirse el primer ictus este proceso va extendiéndose y afectando a otras zonas del cerebro, por lo que resulta de vital importancia acudir al hospital en los primeros momentos. El ictus es un proceso cuyo resultado y evolución futura es directamente proporcional al tiempo que se tarde en ser atendido.
-¿Cuáles son los últimos avances que se aplican en el tratamiento de esta patología?
-Están ofreciendo muy buenos resultados el tratamiento con fibrinólisis, un fármaco para desobstruir las arterias cuya utilización ha aumentado mucho en los últimos años de forma que mientras que en 2007 se trataron 59 pacientes el pasado año fueron 108 enfermos. Sin embargo, estamos con la idea de intentar llevar a cabo tratamientos más agresivos por vía endovascular introduciendo un catéter para desobstruir la arteria, pero para ello es necesario perfeccionar más la organización del hospital y crear una guardia localizada de neurología intervencionista.
-¿En qué punto están las investigaciones sobre esta materia?
-Es un camino en constante desarrollo con dispositivos cada vez más seguros que logran la recanalización de la arteria obstruida y que el hospital Valdecilla está intentando implantar. Actualmente existen varios proyectos de investigación en marcha sobre la arteria carótida interna. Por ahí se abre todo un abanico de tratamientos para limpiar la carótida obstruida y también empleamos actualmente angioplástia colocando un stent y permitiendo que dicha arteria queda permeable. Además, existen dispositivos que se introducen por vía intraarterial que van hasta donde está el trombo y liberan la oclusión de la arteria.
-Parece que la mayoría de la población conoce los factores de riesgo, pero ¿ponen algo de su parte?
-La población no realiza un buen control de los factores de riesgo, sobre todo de la hipertensión, y como no producen síntomas pues no se nota una disminución del porcentaje de ictus anuales, aunque sí de los fallecimientos, que han descendido alrededor de un 20% en los últimos años hasta alcanzar en 2010 una tasa de mortalidad del 8,9%.
-¿Cuáles son los elementos a controlar y los primeros signos de aviso de un ictus?
-El primero es la herencia, porque existe una predisposición genética pero, además, es necesario conocer que los infartos cerebrales son progresivos y que cuando se notan los primeros síntomas hay que llamar rápidamente al 061 porque, aunque duren poco y desaparezcan enseguida, volverán a repetirse y con mayor gravedad. Entre los principales síntomas se encuentran aspectos como torcer la boca, dificultad para hablar, debilidad en una parte del cuerpo, visión doble y mareos simultáneamente. Es muy importante acudir al hospital para ser valorado por un neurólogo.